viernes, 10 de julio de 2009

EJERCICIOS DE LA CAPACITACIÓN, 2009

NOTICIA:

EN LOS 90 AÑOS DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN , SE LANZA LA MISIÓN CONTINENTAL.

http://tbn3.google.com/images?q=tbn:9ziDPGVxl6-H2M:http://labrujita8.files.wordpress.com/2009/01/250px-virgen_de_chiquinquira2.jpgEn el marco de la conmemoración de los 90 años de la Virgen de Chiquinquirá representantes del vaticano y los Obispos de Colombia hacen el lanzamiento oficial de la misión continental.

http://tbn1.google.com/images?q=tbn:ZMW59cVSIdo4uM:http://s3.amazonaws.com/elespectador/files/images/mar2009/18eec26a5cfebdd6a07b919819e55154.jpgEL día 9 de Julio del 2009, se reunieron en Chiquinquirá los altos prelados de la Iglesia Católica para celebrar los 90 años de la coronación de la Virgen, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, como reina y patrona de Colombia, con la organización y el liderazgo de la Orden de Predicadores y participación de numerosos medio de comunicación a nivel regional, nacional e internacional.

Con una majestuosa eucaristía y la asistencia de numerosos peregrinos se lanzó la misión continental, propósito del documento de Aparecida que busca llevar el evangelio a toda Latinoamérica.

CRONICA:

LA CARA OPUESTA DEL ACONTECIMIENTO RELIGIOSO.

Chiquinquirá, Boyacá, Colombia, fue el escenario para la celebración de los 90 años de la coronación de la Virgen de Chiquinquirá y el lanzamiento de la misión continental, sin embargo, no hubo mucha asistencia de los Chiquinquireños.

Con la participación de 90 Obispos reunidos en la conferencia episcopal, que peregrinaron de Bogotá a Chiquinquirá, sacerdotes, comunidades religiosas y laicos comprometidos de Colombia y del resto del mundo se celebraron los 90 años de coronación de la Virgen de Chiquinquirá como reina y patrona de los colombianos, bajo la dirección de la Orden de Predicadores.

Por otro lado, la misión continental, que se encuentra dentro del engranaje evangelizador de la Iglesia Católica es una iniciativa y una tarea que nace de la reunión de Obispos en Aparecida, Brasil , y que se materializa en la cada nación por la iniciativa de sus propios Obispos. La ocasión fue precisa para que el jueves, 9 de Julio, se juntaran estas dos celebraciones.

A las 8:00 de la mañana el sol calentaba con tímidos rayos esta tierra mil veces bendita y no fue suficiente el gran despliegue publicitario, la participación de grandes personalidades civiles, militares y eclesiásticas para que los chiquinquireños fueran los anfitriones de los peregrinos y participaran de los eventos religiosos, como se pudo evidenciar en el comercio y en la indiferencia de la mayoría de personas.

A medida que avanzaba el día a las 10 a.m. Los almacenes lucían sus coloridas mercancías con el propósito de mejorar las ventas aprovechando el peregrinaje de miles de personas, María Gomez, propietaria de un almacén en la calle Real, se alegró por los “buenos” precios, pues una prenda que costaba un 50% menos hoy era la ocasión propicia para que adquiriera mayor valor. Los cafés, bingos y billares con el oloroso cigarrillo, la música estridente, las carcajadas de hombres que amenizaban su conversación al sabor del tinto opacaban el incienso y los canticos elevados en la celebración religiosa.

Los pequeños comerciantes, unos con balanzas para medir sus productos, frutas y dulces, otros con sus elaboradas bombas y la mayoría esperando el milagrito en el que un incauto turista accedería a dejarles su dinero. Es innegable que en la Virgen se deposita una gran fe ya que el común de personas piensa que también le hará el milagro de llevar el pan a sus hogares. Lo detestable es la usura de los comerciantes sin preocupar a las autoridades.

En algunos lugares como telón de fondo se escuchaba por la emisora local o por televisión la celebración religiosa recibida por ancianos con particular reverencia, como antaño se veía en nuestros padres, quienes por sus enfermedades no podían abandonar sus hogares y negocios.

A la 1:00 de la tarde toda la celebración y el andamiaje religioso terminó, pero, encontramos que en la actualidad el escepticismo, indiferencia, crisis mundial, día laborable, apretura o mucho sol, pueden ser, entre otras, las disculpas para que este acontecimiento “aislado” no significara mayor cosa.